- ¿Te dio miedo o respeto lanzar tu nuevo álbum pensando en cómo está la industria musical actualmente?
Pues la verdad es que no hemos pensado mucho en el miedo, hemos ido un poco a lo loco, sin pensar demasiado, al final cuando te mueve la pasión, el miedo queda a un lado, aunque exista, si lo analizas racionalmente… aunque, es posible que si lo analizas racionalmente, no te dediques a la música (risas) durante tanto tiempo. La suerte es que nos mueve la pasión, nos mueven las ganas de hacer música por encima de todo y al final eso es más importante, más fuerte y más potente que tus miedos.
- ¿Por qué has decidido hacer ahora balance de tu carrera artística? ¿Por qué un recopilatorio de tus clásicos?
Pues porque habían pasado justo 20 años, me parecía una bonita cifra y había mucha gente que no sabía de dónde venían las canciones que habían sido parte de sus vidas y me parecía bonito también volverlas a cantar. Al principio, cuando nacen esas canciones, estaba ahí en su origen, en su génesis y salían de mi cuarto, de mi habitación, de mi estudio, de donde estuviera y me ha hecho ilusión reconectar con ello, de una manera vocal también. Respecto al recopilatorio, yo creo que, por eso, porque he pasado por muchas etapas: El Pescao, El canto del Loco, David Otero… y para que la gente tuviera un poco de coherencia en todo lo que había hecho, que estaba un poco dispersa mi carrera y me parecía bonito reflejarlo todo en conjunto.
- ¿Sabemos que todas las canciones que forman parte de este nuevo proyecto son especiales para ti, pero si tuvieras que quedarte con una ¿Cuál sería? ¿Por qué?
Guau… pues… (pensativo)… es imposible decidir, es una pregunta que no se puede hacer, es como preguntar a quién quieres más a tu hijo, a tu hija, a tu madre o a tu padre; no te puedo contestar, pero bueno, ahora mismo por relevancia, foto en blanco y negro es la canción más importante, porque ha llegado a muchísima gente, porque ha dado un salto transgeneracional que mola mucho, porque ha llegado a niños muy pequeños, porque ha reconectado con gente que hacía mucho tiempo que no la escuchaba, porque ha sido un poco trasversal en su impacto y eso es precioso. No me había pasado esto en mi carrera en solitario y me parece que lo tengo que agradecer mucho.
- ¿Echas de menos los conciertos? ¿Cómo está siendo ahora el contacto con tus fans?
Pues sí, echo de menos mucho salir a tocar y salir a la carretera, pero después de 20 años de gira tampoco me ha venido mal un paroncillo, porque son muchos años girando en furgoneta, viajando de un lado a otro y te pierdes muchas cosas, sobre todo con los más cercanos, con tu mujer, tus hijos y estas lejos en los días señalados como los cumpleaños, y esta vez hemos pasado un año juntos que hacía mucho tiempo que no pasábamos. El contacto con la gente al final… el abrazo, el beso, la firma de discos… la verdad que, si se echa mucho de menos, porque al final ahí es cuando ves que a la gente le ha hecho ilusión el disco, que significa algo para ellos, y es muy bonito. Yo siempre me intento quedar un poco lejos a la sensación de que significas algo para los demás, porque creo que no es bueno para el ego.
- ¿Cómo te has sentido al ver que una canción tan conocida como “una foto en blanco y negro” versionada junto con Taburete haya sido otra vez un éxito?
Pues la verdad es que es una maravilla, sobre todo ver que al final las canciones tienen su vida propia, su luz, su camino, su lugar, su destino, y que solas tiene mucha, mucha fuerza, y me alegro mucho de que tanta gente haya hecho versiones de esa canción, de que tanta gente la haya tomado para su día a día, desde para volver a recordar cosas, como para utilizarla como canción para gente que se hayan hecho novios y que la usen como su canción, mil cosas que te van pasando. Me parece que ese es el éxito, más que un éxito concreto de números, el éxito es como una canción llega a la gente.
- ¿Cómo ha sido el proceso de creación de este nuevo trabajo? ¿Sabías desde un principio quien te acompañaría en las versiones?
El proceso ha sido muy largo, llevamos prácticamente dos años y pico gestionando, imaginando, produciendo esto y va a ver la luz ahora, y bueno, cuando empecé a pensar en las canciones, inmediatamente, como que venía la persona concreta que creía que le podía ir bien la canción, que podía aportar algo, que podían conectar, por ejemplo, el caso de Taburete, con su etapa de la adolescencia, me parece que todo eso era la clave de este proyecto, que la gente conectase con las canciones y las hiciera suyas, las cantase desde su corazón; me ha pasado con Cepeda, con Taburete, me ha pasado con todos, con todos tenía que ver algo esa canción que las hacía especiales, así que sí, tenía intuición más o menos de a quién le podía ir más o menos cada una de las versiones.
