La colección Spring 2026 de Acne Studios desafía la desnudez con encaje, cuero y siluetas andróginas en un escenario gótico parisino.
La pasarela de Acne Studios en París sorprendió con una propuesta que oscila entre la lencería delicada y la fuerza del menswear reinterpretado. Bajo la dirección creativa de Jonny Johansson, la firma sueca llevó al público a un recorrido estético marcado por la sensualidad, la rebeldía y la experimentación de materiales.
El desfile tuvo lugar en el Collège des Bernardins, un edificio gótico del siglo XIII convertido en un espacio con tonalidades de tabaco que evocaban el interior de una lujosa caja de puros. En ese escenario, Johansson planteó su visión de una primavera que cuestiona la tendencia del naked dressing. “Vi mucha transparencia y me preguntaba por qué estaba ahí —¿vamos a desnudarnos completamente? Es algo desconcertante, como si la gente se estuviera desvistiendo. Sentí que tenía que resistirme o jugar con ello”, explicó el diseñador.
La colección combinó vestidos de encaje con siluetas ceñidas y corsetería, junto a chaquetas de cuero patinado, camisas de franela y biker jackets que reforzaban un aire masculino y desafiante. Los trajes de algodón arrugado y las botas cowboy alargadas añadieron un guiño rockabilly, mientras que los tops bustier de encaje en tonos nude se posicionaron como pieza clave, especialmente al combinarse con los clásicos vaqueros de la casa, esta vez recubiertos en plástico o con pintura craquelada.
El desfile estuvo acompañado por una banda sonora creada por la cantante sueca Robyn, cuya energía sintetizó la dualidad de la propuesta: delicadeza y poder en un mismo gesto.
Con esta colección, Acne Studios reafirma su capacidad de marcar tendencias sin perder su sello experimental, convirtiendo la desnudez en un terreno de reflexión estética más que en una provocación superficial.
