A los 57 años, Cindy Crawford sigue haciendo de la chaqueta de cuero un símbolo atemporal en su guardarropa icónico.
Llega un momento en la vida de todo hombre en el que se ve obligado a tomar una decisión. Es decir, renovarse al estilo de Sandre Dee con chaquetas de motociclista y gafas de sol Ray-Ban, o dejarse llevar por la mediana edad y comenzar a vestirse con chalecos Blue Harbour y chinos rojos. Las mujeres (hablando en general) están exentas de este destino porque sus chaquetas de motociclista adquieren una connotación completamente diferente: no están aferrándose a una juventud desvanecida, sino transmitiendo una especie de glamour atemporal que tiene poco que ver con ver repeticiones de Top Gear.
A sus 57 años, la chaqueta de cuero sigue siendo una pieza fundamental en el guardarropa de Cindy Crawford. Las llevaba mientras presentaba en MTV a principios de los años 90, mientras corría por el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles en los años 2000 y en casi todas las demás ocasiones en las que podría haber sido fotografiada en las últimas tres décadas. Y en la escena final de “The Supermodels” –donde regresó al set con Naomi, Christy y Linda– se convirtió en un ícono al lucir un vestido metálico columnar con otra chaqueta de motociclista sobre sus hombros. Hizo lo mismo durante los segmentos de entrevistas confesionales de la serie documental de cuatro partes.
Que Crawford vuelva a ser fotografiada con una chaqueta de cuero paseando por Manhattan no sorprende en absoluto. Sin embargo, su compromiso con esta estética es impresionante: ella codificó el look “modelo fuera de servicio” (chaquetas de motociclista, camisetas blancas y jeans) que se puede rastrear en fotografías de estilo callejero de Kate Moss, Gisele Bündchen, Karlie Kloss, Hailey Bieber y Gigi Hadid. Ella es la bomba estadounidense original, lo suficientemente hermosa como para pararse frente a una cámara y lo bastante valiente como para pasear por Nueva York en una Harley Davidson.
