Chris cautivó a millones de lectores gracias al éxito de su primera novela: El chico de las Estrellas, publicada en noviembre de 2015. Luego en 2017 nos sorprendió con Aquí Dentro Siempre Llueve. Pero hoy, luego de dos años, nos brinda algo distinto, y nos cuenta como fué su vida junto a la persona que lo crió, en una novela dedicada a su persona favorita: La Abuela.
¿Qué te impulsó a ser escritor?
Bueno yo de pequeño quería ser pirata. Lo de escritor llegó después, primero leyendo, que es la gimnasia de la escritura, me tiraba horas y horas por la noche en esos momentos raros en que un niño tiene menos amigos de lo habitual. Después la música, los cantautores contribuyeron mucho a mi pasión por las palabras, y para terminar el concurso Maestro Miguel de mi pueblo. Me presenté, gané y encima aprobé lengua. Encontré algo que me gustaba hacer y que se me daba bien.
Qué significa para ti l personaje de El Chico de las Estrellas?
Es apasionante lo que ese personaje ha repercutido. Estoy muy agradecido al Chico de las Estrellas porque fue mi debut literario y somos el mismo sin dejar de ser distintos. Es un alter ego, un personaje de mí mismo que avanza por sus páginas con botas plateadas. Realmente la historia del Chico de las Estrellas nunca terminó, acabó porque los libros necesitan un fin, pero yo continúo. No sé hasta que punto sigo siendo El Chico de las Estrellas porque contra todo pronóstico, uno crece, pero me enorgullece el nombre y lo que es más importante; lo que fui también es lo que soy.
¿Qué se siente haber llegado a tantas personas con tus palabras?
Por un lado gratitud y por otro responsabilidad. Pero la justa para que a la hora de escribir no me afecte, o al menos, lo mínimo posible. Uno no escribe igual un libro que no sabes a donde va a llegar que uno que está claro que vas a publicar. El éxito es interior, el reconocimiento llega después, o no, pero la única forma que tienes de saber si el libro es el acertado es habiendo escrito lo que te apetecía. Si vives rondando las expectativas o la responsabilidad, escribes con la espada de Damocles en la nuca y lo condiciona todo. Procuro escapar de eso.
¿Eres consciente del cambio que generan tus libros en las personas?
Sí, porque las personas me lo cuentan. En las firmas, por e-mail, a través de cartas. Procuro mantenerme cerca de mis lectores para no alejarme de mí mismo y eso hace que nos conozcamos bien. Si bien es cierto, no siempre dispongo de tiempo material para responder a todo el mundo, tengo en cuenta lo que me dicen y lo importante que he podido llegar a ser para algunos de ellos en determinados momentos con mis libros, lo que están a punto de descubrir es que los importantes han sido ellos consigo mismos. Lo mío solo son libros, las decisiones suyas.
“De momento no puedo imaginarme la vida sin mi abuela, en unos años no tendré opción”
¿Te ayudó a subsanar tus pesares el poder transformarlos en arte?
Sí, escribir es mirar dentro de lo que no se ve, así que no solo me ha permitido sobrellevar mis traumas, me ha permitido incluso descubrirlos. Ojo.
¿Cómo te sientes con la llegada de tu 3Er libro “La Abuela”?
Agradecido de escribir siempre lo que me da la gana. Tras El Chico de las Estrellas y Aquí Dentro Siempre Llueve, los lectores empezaron a decirme que a ver cuando escribía algo que no fuera de llorar. Que a ver si contaba una historia de amor… bien, pues no he podido contar una historia de amor más cierta que la de la mujer que me crió, educó y soltó, ninguna de las tres tarea fácil; La Abuela. Sé que no es super comercial pero es todo lo que quería.
¿Qué querés transmitir con éste libro?
Es un homenaje, una alfombra roja cosida a mano y sin condecoraciones. Este libro es la mejor manera que se me ha ocurrido para mantener a mi abuela viva para siempre, el día que mencionó lo de su testamento comencé a escribir. “Tú no te vas”, pensé, “te quedas”.
¿En qué te inspiras a la hora de escribir tus libros?
Pues ya te digo que en lo que me atraviesa. No necesito tramas super sorprendentes ni personajes mega producidos para escribir un libro. Me basta con una idea y un lápiz. A partir de ahí hay que trabajar mucho, porque el trabajo es el agua de las ideas y sin él, ya puedes haber tenido la mejor que no funcionará. No me inspiro de manera concreta en algo o alguien, he aprendido a mirar y vivir atento de todo lo que merezca la pena contar. Y así me gustaría seguir haciéndolo.
¿Cómo es una Navidad junto a tu Abuela?
Algo innegocibale porque mi cumpleaños es el 24 de diciembre en nochebuena y desde que nací mi abuela ha estado en todos, ¿cómo imaginar que me falta alguien que existió antes que el mundo? De momento no puedo, dentro de unos años no me quedará otra.