Jonathan Anderson debutó en Dior con un desfile impactante en París, fusionando legado y provocación ante una audiencia repleta de estrellas.
Con la frase proyectada en una pantalla gigante —“¿Te atreves a entrar… en la Maison Dior?”— Jonathan Anderson inauguró su primer desfile femenino para Dior, en los jardines de las Tullerías de París. La atmósfera fue vibrante: entre los invitados destacaban Anya Taylor-Joy, Charlize Theron, Jennifer Lawrence, Jenna Ortega, Jisoo, Jimin, Greta Lee, Mikey Madison, Rosalía y Willow Smith.
En primera fila, Delphine Arnault, directora ejecutiva de Christian Dior Couture, compartió espacio con Brigitte Macron y Johnny Depp, embajador histórico del perfume Sauvage. Sobre la pasarela de mármol gris, una pirámide invertida servía como pantalla donde se proyectaba un cortometraje previo al desfile, un guiño inquietante al cine de terror clásico.



Anderson, decidido a romper con la narrativa anterior, confió en el documentalista Adam Curtis para crear un montaje que combinaba archivos de antiguos desfiles de Dior con imágenes de películas de los años sesenta y referencias a Hitchcock. La secuencia terminaba con un torbellino visual que se hundía en una caja de zapatos, metáfora del proceso creativo del diseñador.
En sus declaraciones, Anderson dejó claro que su homenaje a figuras como Christian Dior, Maria Grazia Chiuri y especialmente John Galliano, no era un ejercicio de nostalgia, sino un punto de partida para imponer su propio sello. “Nunca había sentido tanta presión en mi vida. Antes era moda amar la moda; ahora parece estar de moda destruirla”, confesó.
El resultado fue un desfile que disipó dudas. Si en las alfombras rojas previas sus propuestas habían desconcertado, en esta ocasión los diseños transmitieron ligereza y sofisticación. El look inaugural —un vestido blanco plisado con estructura invisible— marcó el tono de una colección que combina riesgo y herencia, y que confirma a Anderson como un creador dispuesto a incendiar las viejas reglas para construir un nuevo capítulo en la historia de Dior.