El mito del regreso del maximalismo: Por qué el lujo silencioso sigue dominando

0 Shares
0
0
0
Botón de Instagram

El maximalismo no reemplaza al ‘quiet luxury’: ambas tendencias coexisten, reflejando elecciones de estilo y sofisticación en consumidores contemporáneos.

En un entorno mediático ansioso por declarar el fin del ‘quiet luxury‘ y el retorno del maximalismo, es esencial analizar el panorama de la moda con una mirada crítica y fundamentada. Recientemente, Vogue Arabia sugirió que el maximalismo está en alza, apoyándose en informes de Pinterest y ejemplos de pasarelas de casas como Thom Browne y Simone Rocha, firmas que históricamente han abrazado una estética teatral y exagerada. Sin embargo, utilizar estos ejemplos para argumentar una tendencia generalizada resulta una interpretación engañosa.

La naturaleza maximalista de Thom Browne y Simone Rocha no responde a un cambio de paradigma, sino a su ADN de marca. Estas casas han construido sus identidades en torno a una visión artística exuberante, mucho antes de cualquier declaración sobre el fin del ‘quiet luxury’. Por otro lado, el lujo discreto no ha muerto; ha evolucionado y se ha consolidado como la opción más sofisticada y consciente para el consumidor moderno.

A pesar del entusiasmo por la llamada ‘dopamine dressing’, los datos de Lyst y The RealReal revelan una demanda constante de piezas minimalistas y atemporales. Según el informe de Lyst de 2022, desde noviembre de ese año se registró un aumento en las búsquedas de tonos neutros (+34%), camisas blancas (+40%), mocasines de cuero (+70%) y pantalones de traje de pierna ancha (+25%), todos apuntando a un enfoque del lujo más discreto.

Por su parte, el informe anual de 2024 de The RealReal destaca que los consumidores están cada vez más interesados en piezas de alta calidad y valor duradero, con un aumento en las ventas de joyería fina y artículos de lujo discretos.

Marcas como The Row, Jil Sander, Brunello Cucinelli, Victoria Beckham y Calvin Klein continúan marcando la pauta con su enfoque en la calidad excepcional y la discreción elegante. Este movimiento hacia el lujo silencioso refleja un cambio cultural profundo: el deseo de autenticidad y sostenibilidad, especialmente entre la Generación Z.

La moda contemporánea no es un enfrentamiento entre maximalismo y minimalismo, sino un espectro donde ambas estéticas coexisten. Sin embargo, el ‘quiet luxury’ sigue liderando en términos de valor y relevancia cultural, ofreciendo una sofisticación sutil que no necesita gritar para ser escuchada. En un mundo saturado de imágenes y ruido digital, el lujo silencioso sigue siendo la elección más poderosa y duradera.

Entonces podemos decir que ambas tendencias coexistirán en el mercado, ya que hay espacio para ambos enfoques. Sin embargo, declarar que algo está en auge únicamente por su presencia en la pasarela es una simplificación que no refleja la complejidad del consumidor de lujo actual. Si bien el maximalismo puede captar la atención y atraer a un público específico, el ‘quiet luxury’ continúa liderando con una elegancia inquebrantable, consolidándose como la elección de aquellos que buscan sofisticación atemporal y relevancia cultural.

You May Also Like