El actor italiano Emanuel Caserio reflexiona sobre su carrera, el fenómeno de ‘Engaño’ y el valor de interpretar personajes con emociones reales, profundas y llenos de contradicciones.
A los quince años, Emanuel Caserio no imaginaba que un curso amateur de teatro en su pueblo natal lo llevaría, años después, a convertirse en uno de los actores más populares de la ficción italiana actual. “Lección tras lección, entendí que este era el trabajo que quería hacer de grande”, recuerda. Aquel adolescente tímido que vencía el miedo sobre el escenario en funciones cargadas de adrenalina es hoy un rostro familiar para millones.


Con una carrera que abarca desde éxitos televisivos como ‘Un médico en familia’ o ‘Escuadrón Antimafia’, hasta películas tan distintas como ‘Forever Young’ u ‘Odio el verano’, Caserio ha aprendido a navegar los distintos lenguajes del audiovisual con instinto y entrega. “La televisión tiene tiempos mucho más ajustados que el cine. Hay que ser rápido y estar muy enfocado”, explica.
En 2018 llegó uno de sus papeles más queridos: Salvatore Amato en ‘El paraíso de las señoras’. “Salvatore se ha convertido en una pequeña parte de mí. He crecido un poco con él en estos años”. Pero fue en 2024 cuando su nombre comenzó a sonar con fuerza también fuera de Italia: la serie ‘Engaño’, donde interpreta a Stefano, alcanzó los 25 millones de visualizaciones en Netflix, posicionándose durante semanas como el contenido más visto del país y entrando al top mundial.


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“Stefano es un hombre frágil. Y me encantan los personajes con vulnerabilidades. Son más humanos, más cercanos”.
Emanuel Caserio
“Stefano es un hombre frágil. Y me encantan los personajes con vulnerabilidades. Son más humanos, más cercanos”, dice. Bajo la dirección de Pappi Corsicato y junto a una actriz de la talla de Monica Guerritore, Caserio construyó un personaje lleno de matices, silencios, contradicciones y verdad: “La magia ocurrió en el set, cuando la voz y el cuerpo se unieron al resto del elenco. Ahí es cuando verdaderamente vives al personaje”.


Su estilo fuera de cámara se define como “casual variable”: un día elegante, otro deportivo, sin reglas fijas. Y aunque no descarta explorar campañas de moda o proyectos que unan fashion y actuación, su corazón sigue latiendo por las buenas historias. “Me interesan los relatos de amor, de venganza, o los que exploran lo psicológico. Todo lo que hable del alma humana me atrae”.
Desde el teatro hasta la pantalla, pasando por festivales, premios, pausas y resurgimientos, Emanuel Caserio ha entendido que el oficio del actor no se construye solo con grandes momentos, sino también en los silencios. Y él, precisamente, ha sabido convertirlos en un arte.
Créditos:
Photographer: Erica Fava @ericafava
Digital & Assistant: Angela Arena @angela.graphic
Stylist: Cosmo Muccino Amatulli @muccinoamatulli
MUA: Cristina Fidanza @makingbeauty.management
Publicist: MPunto Comunicazione @mpunto_comunicazione