Freen Sarocha y Becky Armstrong conquistaron París en la BoF 500 Gala, con estilo tailandés elevado a alta moda.
El sábado por la noche, el Hotel Shangri-La de París acogió uno de los eventos más esperados de la industria: la The BoF 500 Gala, que reúne a las figuras más influyentes del mundo de la moda. Entre celebridades como Kim Kardashian, Jaden Smith, Demi Lovato y Naomi Campbell, destacaron dos nombres que están redefiniendo el glamour internacional: Freen Sarocha y Becky Armstrong.
Ambas actrices tailandesas, reconocidas este año entre las 500 musas y modelos que integran el influyente índice de Business of Fashion, no solo brillaron por su presencia sino por representar una nueva ola cultural que conquista alfombras rojas con identidad y estilo.
Freen, embajadora de Valentino y figura destacada de la pasada Met Gala, deslumbró con un look modern couture de inspiración oriental: una fusión precisa entre el glamour de la vieja escuela de Hollywood y una silueta depurada con guiños al lujo asiático. Por su parte, Becky, rostro de Chanel, apostó por un conjunto de minimal tailoring con destellos gráficos, encarnando una elegancia andrógina refinada que contrastaba con fuerza frente a los excesos de la noche.
Ambas marcaron la diferencia en un evento dominado por las grandes casas, demostrando que la moda global se está reescribiendo también en clave tailandesa. Su presencia no solo confirma su impacto estilístico, sino también su consolidación como íconos de una generación diversa, poderosa y sin fronteras.
