Gary Woodland es nombrado vicecapitán para la Ryder Cup 2025, sumando experiencia y presión sobre un posible rol doble de Bradley.
Gary Woodland se convierte oficialmente en el quinto y último vicecapitán de Keegan Bradley de cara a la Ryder Cup 2025, completando así un cuerpo técnico que podría ser clave si finalmente Bradley decide competir como jugador-capitán. Con apenas dos meses por delante para el torneo en Bethpage Black, la estructura de liderazgo del equipo estadounidense se vuelve cada vez más relevante.
Aunque será su debut en la Ryder Cup, Woodland no es ajeno a las competiciones por equipos: fue parte del equipo que ganó la Presidents Cup 2019 y, antes de dedicarse al golf profesional, fue jugador de baloncesto universitario. Esa mezcla de experiencia deportiva, carisma y resiliencia —recordemos su recuperación tras una cirugía cerebral en 2023— lo convierte en una figura respetada dentro del Tour.
“Tengo un respeto enorme por Gary y por todo lo que ha conseguido en este deporte”, expresó Bradley en el comunicado oficial. “Su experiencia como campeón de un major y su nivel competitivo actual lo hacen un líder valioso para nosotros en los próximos meses”.
Woodland se suma así a un equipo de vicecapitanes que ya incluye a Jim Furyk, Kevin Kisner, Webb Simpson y Brandt Snedeker. Aunque en otras ediciones estos roles han sido mayormente simbólicos, todo indica que este año podrían cobrar protagonismo real. La reciente victoria de Bradley en el Travelers Championship ha reavivado los rumores sobre su posible participación como jugador, lo que haría que el peso de la estrategia diaria recayera más en su equipo técnico.
“Estoy muy agradecido por la oportunidad de apoyar al equipo estadounidense”, dijo Woodland. “La pasión de Keegan es contagiosa, y voy a darlo todo para ayudarle a él y al resto del equipo”.
Este nuevo nombramiento también puede leerse como un guiño al futuro: en un periodo de transición sin figuras como Tiger Woods al mando, Bradley parece estar formando un núcleo de líderes con visión a largo plazo. Y Woodland, por respeto y resiliencia, bien podría ser uno de ellos.