Hunter Schafer prescinde del sujetador y camina “descalza” por París

Hunter Schafer desafía las normas de la moda en París, prescindiendo del sujetador y exhibiendo un estilo auténtico y original.

Terror, seguido de patetismo y luego catarsis. La completa gama emocional de un melodrama griego parecía estar plasmada en el rostro de Hunter Schafer durante el espectáculo de alta costura otoño/invierno 2024 de Schiaparelli en París. Su momento culminante coincidió con la llegada de una modelo envuelta de pies a cabeza en plumas, deslizándose por el Musée Rodin; solo la última exhibición de la minuciosa artesanía proveniente del altamente inventivo taller de Daniel Roseberry.

Lo que se ha vuelto cada vez más evidente en los últimos años es que Schafer, junto con su estilista Dara Allen, tiene una de las relaciones más auténticas y originales con la ropa en Hollywood. La moda, para ellos, es algo natural. Ejemplos incluyen el vestido de medusa de Prada que Schafer lució en los Globos de Oro de 2023, el exoesquelético ramo de Marni que llevó al estreno de The Hunger Games en Nueva York y el bralette de plumas de Ann Demeulemeester que usó en la fiesta de los Oscar de Vanity Fair en 2023.

Ese último atuendo quizás representó un punto de inflexión en el estilo de Schafer. Desde entonces, ha dado pasos adicionales para liberarse de la arcaica regla del sujetador, como el bralette de satén desgastado de Prada de la primavera/verano de 2009 y el escotado Little Black Dress que llevó al desfile de Schiaparelli, alcanzando su punto máximo la noche pasada cuando prescindió completamente del sujetador debajo de una de las blazers de tweed de Roseberry, combinada con jeans de doble frente y un par de zapatos de ilusión óptica con cinco dedos. Si los senos son el nuevo trasero, supongo que los dedos de los pies siguen siendo las nuevas piernas.