JOKER: Una mirada astrológica de la película.

0 Shares
0
0
0
Botón de Instagram

Ver Joker se transforma en un viaje energético único. Ese personaje, tan bellamente construido, tan armonioso en su caos y su desborde siempre latente. La poesía que encierra, esa vida atravesada por el dolor y el desengaño. La angustia que respira, que al tocar el aire se convierte en locura. La urgencia por ser visto. La desconexión como mecanismo.

Una mente empantanada, ahogada en su propia irrealidad. Un grito agudo. Un niño clamando atención. Y su cuerpo, desnutrido de amor.

La risa como escape, como esperanza última por ser rescatado. Pero, la misma risa su trampa. Su mueca obligada, la sobrevida de su no infancia. Una enfermedad psiquiátrica cómo telón de fondo, consecuencia (quizás y también) de los dolores y traumas, del espanto del abandono y maltrato físico y espiritual de quienes fueron su Luna/ Saturno.

Podemos imaginar la Carta Natal de Arthur, o al menos animarnos a algún recorte energético. Por un lado la marcada polaridad uraniana, Arthur representa el arquetipo de Urano, del raro que la sociedad exilia “¿Qué ocurre cuándo te cruzas con un solitario enfermo mental al que el sistema ha abandonado y le tratas como si fuera basura?” pregunta hacia el final de la película.

Abandonado por un sistema que prefiere no mirarlo, ridiculizado, discriminado, exiliado, su polaridad uraniana choca con la plutoniana, se potencia, se transforma y renace encarnando el personaje que activará su venganza, su poder personal (hasta el momento puesto en el afuera, siendo Thomas Wayne un claro representante), su mutación de victima a victimario.

Por otro lado, un mundo lunar muy vinculado a Neptuno, una infancia desdibujada, poco clara, un padre desconocido, una madre desequilibrada. La poca claridad de los hechos, que lo lleva en la adultez al borde del abismo y que culmina en el momento que mata a su madre. Quizás ya no importe qué es verdad y qué es mentira. Neptuno hizo su trabajo, llevo confusión y fantasía, empaño su vida para siempre, sembró la duda que lo acercó un poco más a la cornisa. Neptuno es el no borde y Arthur lo encarna a la perfección.

Un Marte y un Mercurio fuertes en su carta, el primero poniéndose en marcha a través de la violencia y la muerte, el segundo como válvula de escape a través de la risa, la comedia y el disfraz.

Es evidente la falta de Saturno en la vida de este personaje, primero con la irresponsabilidad parental y luego en el abandono del Estado. Será al menos irónico, que juzguemos su accionar desde Saturno (la ley) siendo que los que debían ser su Saturno (Madre / Padre y Estado) fueron los que primero lo dañaron y abandonaron.

Joker nos convida con belleza a la vez que dolor. Nos habla alto y claro, y nos pide que no corramos la mirada. Podemos quedarnos en la superficie de un personaje más de ficción, o podemos adentrarnos en la profundidad de las implicancias de Ser Humano. Una invitación exquisita y poética a repensarnos.

You May Also Like