Bieber estrena el videoclip de YUKON, una carta visual íntima sobre el amor, la paternidad y su evolución como artista.
Justin Bieber acaba de revelar el videoclip de “YUKON”, uno de los temas más personales de su nuevo álbum SWAG, y con él confirma que ha iniciado una nueva era artística y emocional. Bajo la dirección de Cole Bennett, el clip apuesta por una estética en blanco y negro que se aleja de los brillos del pop comercial para centrarse en lo esencial: el amor, la familia y el paso del tiempo.
Filmado en una atmósfera costera serena, el vídeo muestra al artista junto a su esposa Hailey Bieber y su hijo Jack, de casi un año, en escenas que van desde un yate hasta momentos de juego en el mar. Las imágenes, lejos de la euforia urbana de sus primeras etapas, transmiten una paz madura que conecta con la letra introspectiva del tema.
El tratamiento visual minimalista —libre de efectos innecesarios— permite que el espectador se enfoque en los gestos más puros: un beso al hijo, un abrazo sincero con Hailey, una mirada perdida en el horizonte. YUKON se convierte así en una especie de postal emocional que retrata a un Bieber distinto, más consciente de lo que quiere compartir y por qué.
Este videoclip no solo refuerza la narrativa del álbum SWAG, sino que marca un antes y un después en su carrera: el de un artista que elige mostrar su mundo real, con vulnerabilidad y belleza. Y lo hace sin artificios, pero con la fuerza de quien sabe que lo importante, por fin, no es la industria… sino lo que hay en casa.