Kim Kardashian enfrenta demanda por atribuir muebles a Donald Judd, desatando controversia sobre derechos de autor y representación pública.
Kim Kardashian se encuentra en medio de una controversia por los muebles de su oficina. Todo inició con un video promocional que mostraba las oficinas de su empresa, donde Kardashian casualmente llamó a las mesas “mesas de Donald Judd”. Sin embargo, la Fundación Judd, representante del legado del artista, ha impugnado esto, afirmando que las mesas no fueron diseñadas por Judd.
En respuesta, la Fundación Judd presentó una demanda en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Central de California, demandando tanto a Kardashian como a Clements Design, la empresa responsable de los muebles. La demanda alega afirmaciones falsas por parte de Kardashian y violación de marca registrada y derechos de autor por parte de Clements Design.
Los muebles en cuestión, con un precio de $90,000 por mesa y solo tres copias auténticas vendidas en los últimos 15 años, son una fuente importante de ingresos para la fundación. La disputa plantea preguntas sobre la protección de la integridad del trabajo de los artistas y los desafíos de los derechos de propiedad intelectual en la era digital. A medida que el caso avanza, Kardashian enfrenta las posibles consecuencias de sus afirmaciones promocionales, mientras que la Fundación Judd busca proteger el legado de uno de los artistas más influyentes.