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En una emotiva entrevista, Lola Castán, la autora de la cautivadora novela “Mil Destellos” comparte su inspiración para escribir y desentraña los matices de sus personajes. Desde la complejidad del amor prohibido hasta el desafío de la última parte del libro, descubre cómo esta historia romántica trasciende los límites para reflejar los anhelos más profundos del ser humano. ¡Conoce más sobre la autora y su apasionante proyecto literario!
¿”Mil Destellos” es tu primer libro, qué te llevó a escribir y cómo surgieron las ganas de comenzar este proyecto? ¿Hubo algún evento o experiencia personal que influyera en la trama de la novela?
Siempre he escrito, desde pequeña. Pequeñas cosas, diarios, impresiones, momentos especiales… Me llevó a escribir el hecho de que, a partir de mi jubilación, dispuse de todo el tiempo del mundo. Es entonces cuando empecé a elaborar la idea de escribir una novela. En cuanto al evento o experiencia que me influyera a escribir “Mil destellos”: Pues sí, partí de la base de una experiencia, pero la imaginación fue desvirtuando esa realidad.
Olivia Roy, la protagonista de la historia, es una mujer que se enfrenta a trampas y traiciones mientras lucha por una exitosa carrera profesional. ¿Qué aspectos te llevaron a crear un personaje como Olivia?
Olivia Roy es una heroína más, como miles de mujeres que desean progresar más allá de las responsabilidades del hogar y de la familia. Olivia es, fundamentalmente, romántica, soñadora, pero también es una todoterreno que no se amedrenta por el trabajo. Hay millones de Olivias en el mundo.
El tema del amor prohibido es central en la trama de la novela. ¿Qué te atrajo de esta temática y por qué decidiste explorarla en “Mil Destellos”?
Es una reflexión a un hecho que ocurre a diario en nuestra vida social y al ser “prohibido” parece que no quede más remedio que ocultarlo, con toda la carga de trauma psicológico que ese sentimiento conlleva. En ”Mil destellos” intento sostener el manifiesto deseo de Olivia, frente al inconsciente y soterrado deseo de Ray. Aunque “prohibidos”, no dejan de ser puros e inocentes. También romper una lanza a favor de la fidelidad, y a los principios, hoy en día tan denostados.
La relación entre Olivia y Ray Mancini es compleja y llena de matices. ¿Cómo trabajaste el desarrollo de sus personajes para que sus emociones y acciones fueran creíbles para los lectores?
Olivia es la expresión de la extraversión, la naturalidad, el impulso, y su tremenda vena romántica. Ray Mancini es una personalidad más complicada. Es un hombre que, por sus experiencias infantiles, desarrolló una personalidad muy diferente, contraria a la de Olivia. La antítesis. Pero Ray siente igual, tiene una alma, un sentir tan o más romántico y tierno que Olivia, pero está oculto. Extremadamente oculto que ni él mismo quiere descubrir y eso es muy doloroso.
¿Cuál fue el mayor desafío que enfrentaste durante la escritura de “Mil Destellos”? ¿Cómo lo superaste?
Escribir la última parte de la novela. La duda me acompañó hasta el momento de escribirla. Cuando me decidí, volqué todo de mí. Fue difícil, fue duro, pero fue terapéutico.
“Mil Destellos” aborda temas como el amor, los celos profesionales y las sorpresas de la vida. ¿Qué mensaje esperas que los lectores se lleven al terminar la novela?
El deseo. Todos debemos tener un deseo y luchar por cumplirlo. Cada uno de nosotros llevamos los destellos, llevamos a Lucy en nuestro interior. El mundo, tal y cómo está funcionando, es muchas veces agreste y difícil, pero esa Lucy que todos llevamos dentro hay que hacerla aflorar. El deseo que nos hace levantarnos todas las mañanas y nos dice cuando nos miramos al espejo: Es un nuevo día. He de conseguirlo.
El entorno laboral y la industria textil y de la moda juegan un papel importante en la historia. ¿Realizaste alguna investigación específica para asegurarte de que estos elementos fueran realistas?
Naturalmente. Mi experiencia en el área del diseño de moda y fabricación me ha dado las herramientas que me han permitido configurar la historia, si bien hay que retrotraerse a los años 80-90. La parte de las tiendas Stella’s forman parte de otra faceta laboral de mi vida.
Además de “Mil Destellos”, ¿tienes algún otro proyecto literario en mente o en desarrollo?
Actualmente estoy trabajando en una nueva novela: una familia catalana en los años de la posguerra.
Como autora, ¿qué te gustaría lograr con tus obras literarias? ¿Hay algún tema en particular que te interese explorar en futuros libros?
Que disfruten con la lectura. Que se diviertan, rían, lloren, se identifiquen con los protagonistas, que sueñen… Ese es mi máximo triunfo. Más adelante, quizá explorar las vidas de los demás, su cariz psicológico. Explorar el porqué de unos comportamientos y no otros… La vida de cada ser humano merece un libro.
¿Qué consejo le darías a aquellos escritores que están trabajando en sus propias novelas y buscan destacar en el género romántico o en otros géneros?
Mucha lectura, para empezar. Fuerza de voluntad de ponerse cada día a trabajar, sin excusas. Y preguntarse, cuando uno o una se siente varada sin saber cómo seguir, preguntarse: Y si…??? y tirar de ese hilo. ¡Hay hilos mágicos!
Finalmente, ¿hay algún mensaje que te gustaría enviar a los lectores que han disfrutado de “Mil Destellos”?
Agradecerles su tiempo, sus sonrisas, o risotadas y sus lágrimas. Y sobre todo, para aquellos y aquellas que no se atreven a escribir, que lo hagan, por favor. Tenemos en nuestro interior la capacidad de poner en palabras sentimientos, momentos, escenas que podemos identificarnos todos y nos ayudan a reflexionar y a crecer.
