La madre de la estética punk, o quizás la única superviviente, falleció tan sólo tres días antes de terminar 2022.
Hay gente que está destinada a ser grande y puede que Vivienne fuese una de esas personas. La diseñadora británica nació en el seno de una familia de clase obrera en el pueblo de Tintwistle en 1941.
Residió allí hasta que su familia se mudó a Harrow (Londres) donde decidió estudiar joyería en Harrow School of Arts, titulación que nunca terminaría porque no sabía cómo una chica de clase trabajadora como ella podría hacerse un hueco en el mundo del arte.
Pero unx nunca sabe la de vueltas que puede dar la vida y en pleno origen del movimiento punk Vivienne Westwood abría una tienda junto a su entonces marido, Malcolm McClaren, en el 430 de Kings Road, llamada ‘Let it Rock’ y que sería el inicio de su carrera como uno de los mayores referentes en la industria de la moda.
Una de sus aportaciones a este mundo sigue la corriente que la vio nacer y es que por opuesto que parezca, el Do It Yourself surge con el movimiento punk, ya que la esencia de éste era hacer las cosas por unx mismx. Camisetas rotas, cremalleras, insignias anarquistas y tachuelas forman parte de la estética punk y de la estética de Vivienne Westwood, que ha llegado hasta las pasarelas de hoy.
Para ella la moda siempre fue un arma y era fiel creyente de que es una de las herramientas más potentes que tenemos para comunicar. Con sus colecciones buscaba instaurar una conversación nueva para hacer del mundo un lugar mejor en el que vivir, por eso siempre procuró apoyar lo que para ella era importante, como el cambio climático y la sostenibilidad.
Pero más allá de una estética y activismo, Vivienne Westwood también nos ha dejado varias prendas icónicas porque cinco décadas al frente de una firma dan para mucho. Una de ellas fueron las mini-crini, que mezclaba las crinolinas rusas con las minifaldas dándole la vuelta así a la restricción y la sumisión de la mujer.
Otra prenda muy característica y que últimamente ha vuelto a las tiendas son los corsés. Siempre había sido llevada debajo de la ropa, pero llegó ella para darle una nueva vida y como con las minifaldas, realzar el cuerpo femenino y acentuar las sus curvas.
Y no me gustaría dejar fuera de esta lista el tartán que creó junto a su último marido y socio, Andreas Kronthaler. Para ello tuvieron que formar un clan al que llamaron MacAndreas que fue aceptado por Locharron de Escocia y a día de hoy forma parte del Registro Escocés de Tartanes. Este proceso suele tardar 200 años en llevarse a cabo ¿hay algo más Westwoodiano que esto?
Pero todo lo que podamos contar de ella se queda corto, así que mejor hagamos un breve repaso por los momentos más icónicos de su carrera.
Exhibición indecente.
Westwood y McLaren fueron multados por exhibiciones indecentes en su tienda SEX por lo que los procesaron y permitió a la policía incautar artículos que considerasen explícitos.
La Orden del Imperio Británico.
Tras recibir su OBE, un honor británico en manos de la Reina Isabel II, la diseñadora mostró su look a los fotógrafos. Mientras posaba giró sobre sí misma y enseñó que bajo la falda no llevaba ropa interior.
Exposición en el Victoria and Albert Museum.
Se convirtió en la primera diseñadora a la que se le organizaba una muestra en solitario para conmemorar su carrera profesional.
Kings College de Londres.
Además de realizar numerosas colaboraciones también ha sido la artífice de diseñar el uniforme académico de una de las universidades más prestigiosas del mundo.
