Saturno representa la realidad en la que vivimos, nuestras estructuras, lo que sostenemos y nos mantiene firmes y con los pies en la tierra. Es el que nos da la tenacidad necesaria para construir con responsabilidad y esmero. Saturno nos hablará de nuestro padre, de nuestra profesión y de cómo salimos al mundo, de los mandatos que recibimos, los que nos forjan y tantas veces nos pesan.
Es el deber ser, es la ley, y la sabiduría del sabio, que es sabio por haber vivido.
En estos días Saturno, quién estuvo retrogrado desde el mes de mayo, se pondrá primero estacionario, para arrancar directo hacia fines de septiembre. Los meses en los que el planeta camina hacia atrás (esto es en apariencia desde la Tierra, y ocurre una vez al año) nos ponen a revisar los temas saturninos de nuestra vida: nuestra profesión, nuestra realidad, las estructuras que sostenemos, el sistema de mandatos que ya no nos funciona. Este año, esto se vuelve todavía más evidente ya que Saturno está trabajando extra al lado del nodo sur ( lo que traemos aprendido de otras vida que en esta nos retiene).
Se vuelve crucial poder hacerle frente a esas rigideces en las que nos ocultamos por miedo a ser algo distinto, arriesgado y novedoso.
A partir de octubre, veremos los resultados de lo revisado este año, nuevas estructuras comenzarán a levantarse, estructuras actualizadas a nuestro nivel de consciencia actual.
Saturno quiere darnos nuevos cimientos, pero esto dependerá cuánto fuimos capaces de soltar.